ORAR DE
LOS DEDOS DE LA MANO
1. El dedo PULGAR es el que está más cerca de ti. Así que comienza orando por
aquéllos que están más unidos a ti... Son los más fáciles de recordar. Orar por
los que amamos es "una dulce tarea."
2. El próximo dedo es el ÍNDICE: ora
por los que enseñan, instruyen y curan. Ellos necesitan apoyo y sabiduría al
conducir a otros por la dirección correcta. Mantenlos en tus oraciones.
3. El siguiente dedo es el más alto, el CORAZÓN. Nos recuerda a nuestros líderes, a los gobernantes, a
quienes tienen autoridad. Ellos necesitan la dirección divina.
4. El próximo dedo es el del anillo, el ANULAR. Sorprendentemente, éste es nuestro dedo más débil. Él nos
recuerda orar por los débiles, enfermos o atormentados por problemas. Ellos
necesitan tus oraciones.
5. Y finalmente tenemos nuestro dedo pequeño, el más pequeño de todos, el
MEÑIQUE, que debería recordarte orar
por ti mismo. Cuando hayas terminado de orar por los primeros cuatro grupos,
tus propias necesidades aparecerán en una perspectiva correcta y estarás
preparado para orar por ti mismo de una manera más efectiva.
El autor es el Papa Francisco, Jorge-Mario Bergoglio (cuando era obispo de Argentina):